PANTALONES DE UNA MAESTRA
Enlace a su artículo en Almería360
TRANSCRIPCIÓN ARTÍCULO DE LA COMPAÑERA
Ayer fui a comprarme un pantalón. Había una línea señalizando la entrada y otra la salida. En el suelo había puntitos rojos cada 2 metros, y la megafonía recordaba constantemente las medidas de distanciamiento social y la necesidad de llevar las mascarillas bien puestas. ¡Y por fin llegué a mis pantalones!. Le pregunté a la responsable del comercio si me los podía probar y me comunicó que la siguiera: cogió un spray y un trapo desechable y limpió con esmero el pomo, la puerta, el perchero, la silla de dentro del probador y me indicó que ya podía entrar. Ante mi sorpresa me quedaban bien (porque el talle alto no me suele resultar cómodo), y decidí llevármelos.
Fui a la caja siguiendo los puntitos rojos e hice caso de los carteles que aconsejaban pagar con tarjeta para mayor seguridad, y ante mi asombro el tarjetero estaba envuelto en film transparente que después de cada uso iban cambiando. La cajera llevaba mascarilla y pantalla protectora además de guantes… y cuidadosamente se embadurnó en gel después de darme el ticket.
Por ironía del destino me equivoco de salida y acabo en la rotonda de Delegación, la verdad que llevo muchas llamadas infructuosas… y ya que estoy aquí… decido acercarme. Mi sorpresa es que hay en la puerta un cartel que dice “se atenderá exclusivamente con cita previa” y justo debajo otro que pone “entrada al público con cita previa, una sola persona por cita. Gracias”
¡¡¡¡Vaya por Dios!!!!… Me da… que me voy a quedar con la duda sin resolver. El caso es que me voy a la cafetería donde tenían en la barra varios periódicos viejos. Quiso el destino que mis ojos se clavaran en semejante artículo… “No hay motivos para no llevar los niños al colegio”, para explicar a continuación que no es necesario bajar las ratios ya que “la diferencia entre 15, 20 o 25 alumnos en la distancia no varía, y no garantiza que no vaya a haber contagios porque los niños no están quietos, se mueves e interactúan entre ellos”
A ver… entonces… Delegación cerrada a cal y canto… la señora MariCarmen en su despacho haciendo vete tú a saber qué… y en vez de proteger a sus trabajador@s… nos manda a un aula SIN POSIBILIDAD de distancias de seguridad (ya que los metros de las clases son las que hay, y no hay para más… y como dicen en El Ejido… “donde no hay mata… no hay patata”) y con ratios de alumnos de 25/28 en infantil y primaria y 30-33 en IES (posibles portadores asintomátic@s, ya que nadie contempla hacerles test) y … como soy de francés…. Entraré en la misma mañana en 5 clases distintas…. 25X8= ¿GRUPO DE CONVIVENCIA?
Por lo menos tengo unos bonitos pantalones con los que podrán amortajarme…
Docentes… compraos pantalones… que en Delegación siguen a puerta cerrada y Mari Carmen atrincherada en su despacho.
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