sábado, 21 de enero de 2017

La selectividad que no (s) viene

Vivimos docentes y estudiantes desde hace dos años en la inestabilidad, mejor dicho, estos últimos años se ha agudizado la inestabilidad que año tras año nos provocan las decisiones, a veces surrealistas, de las distintas administraciones.

En este caso nos referimos a los procesos selectivos para el acceso a la universidad, ya el año pasado algún consejero del PP hacía unas declaraciones sobre la absurda situación de los estudiantes de primero de bachillerato, preparando unos currículos sin saber a ciencia cierta el devenir de la prueba el año siguiente.

Pero ya estamos en el año en curso y todavía los profesores que damos segundo de bachillerato no podemos trasmitir a nuestro alumnado el carácter de dicha prueba.




Como en una telenovela por entregas, hemos ido conociendo partes sin saber aun el todo. Primero nos informaron que esta selectividad no contaría para la titulación, luego hemos visto como las revalidas, tras el multitudinario rechazo de la comunidad educativa, han sido, de momento, congeladas.

En este mes de diciembre el gobierno central redactó el BOE donde se encuadra esta prueba de acceso, pero en el, solo se concretaba que materias serían objeto de la prueba, no dejaba claro ningún otro aspecto.

No sabemos como serán las pruebas, no sabemos como y que asignaturas serán objeto de las pruebas específicas donde otros cursos los estudiantes podían examinarse para subir nota, eligiendo aquellas que mas ponderaban para acceder a las carreras por las que estuvieran mas interesad@s.

 En algunas asignaturas el daño ya está hecho en buena medida. Ante la imposibilidad de atender las diversas espectativas que se preveían se han tomado distintos caminos. Si los exámenes se aproximan a un modelo se perjudicará una parte del alumnado, si se toma otro modelo se perjudicara la otra parte.

Y así andamos, finales de enero, casi a mitad de curso, con las pruebas a la vuelta de la esquina, y tartamudenado cada vez que algun@ de nuestros alumn@s nos pide algún avance.

¿Es esto de recibo? Poner en la picota al docente, tras algún informe pisa o no pisa, dar mediáticamente collejas a estudiantes y docentes en cada nueva posibilidad, pero ¿No somos sino reflejo de unas administraciones que no saben lo que quieren y que no acuden al docente para sus reformas?

Esperamos, esperamos el pronto acuerdo entre universidades y comunidades autónomas y que nos saquen de la estupefacción y el desamparo.

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