VALORACIÓN DE DXP ANTE LAS ELECCIONES GENERALES
Desde el sindicato Docentes por la Pública consideramos que en las elecciones generales del 28A la enseñanza pública se juega mucho. Por ello queremos hacer una pequeña valoración antes de acudir a votar.
Nuestro objetivo fundacional y nuestra lucha diaria es por la ESCUELA PÚBLICA y creemos que el programa de algunos partidos ataca los principios de esta escuela que defendemos. Que no es un concepto abstracto sino que presenta unas características esenciales que, sin ánimo de ser exhaustivos, destacamos. La escuela pública es:
– Inclusiva: aquí cabe y queremos a todo el alumnado sin discriminaciones de ningún tipo.
– Igualitaria: no se trata a nadie mejor ni peor que a otros.
– Coeducativa: en convivencia niños y niñas creciendo juntos y aprendiendo a reconocerse y valorarse mutuamente.
– Cohesionadora: solo la convivencia y el aprendizaje en común de todos los niños y niñas de un pueblo o ciudad va a permitir que formen una sociedad madura y respetuosa.
– De calidad: con un personal, fijo o interino, elegido mediante oposiciones y concursos objetivos, por sus méritos y capacidad.
– Gratuita: la educación básica no puede depender del poder adquisitivo de las familias.
– Laica: debería de serlo; la religión, respetable y muy importante para algunas familias, debe formar parte del ámbito personal y no condicionar la organización de los centros ni contar como asignatura.
– Libre y crítica: en un ambiente de libertad y pluralidad ideológica es donde se puede alcanzar el mayor crecimiento emocional e intelectual de nuestro alumnado. Con asignaturas que ayudan a conocer los deberes y derechos de todas las personas y reflexionar sobre ellos.
Este es el ideal de escuela que pretendemos y por el que luchamos con nuestra acción sindical, sea con la administración que sea. Pero en los programas de algunos partidos aparecen conceptos que, a veces disfrazados de buenas palabras, pretenden destruir todo esto.
El concepto de libertad de elección de las familias conlleva unas consecuencias que a veces no se piensan y afectan gravemente a nuestra sociedad. Publicar un ranking de notas alcanzadas por los alumnos de un centro conduce a que el alumnado de mejores expedientes (que en muchas ocasiones coincide con las familias de mayor nivel socioeconómico) solicite siempre los mismos centros, convirtiendo al resto en guetos educativos.
La libertad de elección implica también la proliferación de centros concertados, donde nos venden la falacia de que forman parte de la red pública porque se pagan con dinero público. No lo son porque no comparten el ideal de la escuela pública expuesto más arriba, porque seleccionan al alumnado en función del ideario del centro (no lo harán de forma directa pero evidentemente familias inmigrantes musulmanas o evángelicas no van a pedir centros concertados católicos), porque cobran cuotas para realizar algunas actividades (algún partido propone que esas cuotas desgraven en hacienda) y porque su profesorado no se elige con los mismos criterios objetivos del de la escuela pública.
Un elemento muy perturbador para el profesorado es el del “adoctrinamiento” que lo mismo sirve para atacar al profesorado de Cataluña haciéndolo culpable del independentismo de algunos que para atacar a profesorado que defienda ideas contrarias a las de algunas familias. Hay asignaturas importantes en el proceso educativo como Valores Éticos, Educación para la Ciudadanía o Cambios Sociales y de Género, que transmiten valores recogidos en nuestra Constitución pero que pueden chocar con las ideas de algunas familias, así como lo que se trabaje en la hora de tutoría o en algún tema transversal que se trabaje en cualquier asignatura. La inseguridad de ese profesorado temiendo ser denunciado por adoctrinamiento en el aula sería terrible. Algún partido propone la existencia de un “PIN parental”, como si la enseñanza fuera un canal de televisión, donde ellos deben ser informados de los valores que se van a trabajar en clase y autorizarlos.
La mejora en la formación inicial del profesorado es importante pero mucho nos tememos que ese pretendido ¿MIR educativo? se puede transformar fácilmente en una disminución del profesorado público, utilizando al personal en formación para ocuparse de grupos de alumnos por un sueldo mísero de prácticas, a semejenza de los MIR de verdad que realizan el trabajo de médicos mientras se están formando, precarizando de esta forma los puestos de trabajo docentes. También se plantea que desaparezcan las adscripciones de centros en las zonas educativas y que se escolarice por zonas de influecia. Actualmente si un colegio está adscrito al 100% a un instituto va toda la promoción, con su diversidad, al mismo centro; pero si no hay centros adscritos corremos el riesgo de que se polarice el alumnado en unos centros y otros formando los guetos educativos que comentabamos antes. Esto es lo que ha anunciado en prensa que hará el gobierno andaluz para el curso 2020/21.
En resumen, cuidemos nuestro voto el día 28 si creemos en el valor de la Escuela Pública porque nos la estamos jugando papeleta a papeleta. Su preservación contribuirá a construir un pais donde se viva cada vez mejor porque tendremos una sociedad más unida y con unos valores compartidos.
En el diario almería360