Ratios, ¿Qué está ocurriendo en nuestras aulas?

Existen varias razones por las que creer que se está poniendo en peligro la calidad de nuestra Educación Pública, aunque, sin duda, la más preocupante es aquella que afecta directamente al alumnado.

La eficacia educativa depende de una mayor atención personalizada por parte del educador, como establece la normativa actual, por lo que establecer una ratio adecuada, garantiza esos niveles de dedicación. La ratio es la relación entre el número de alumn@s que debe atender un docente por aula y en nuestro marco legal se contempla cual es es número máximo que se permite en cada etapa y nivel educativo, concretamente, en el artículo 5 del Decreto 9/2017, donde se establece un número máximo de 25 alumn@s por aula en Infantil y Primaria, y de 30 alumn@s en el caso de Secundaria.
Aunque, si bien es cierto que, con "carácter excepcional" se permite un incremento de hasta un 10%, sin duda no encontramos con que lo "excepcional" se está convirtiendo en la norma.

Los centros de nuestra provincia se encuentran, desde principio de curso, con un número de alumn@s que supera la normativa vigente. Es evidente que estos motivos "extraordinarios", a los que hace alusión la norma, no tiene sentido al comienzo del año académico, sino una vez que el curso ya está en marcha, ya que los mismos están relacionados con períodos de escolarización "extraordinarios" o con otras situaciones "extraordinarias" que puedan darse durante el curso académico.

Para los centros, alumnado, docentes y familias, cada curso se vuelve una pesadilla, ya que ven como, año tras año, se van eliminando zonas específicas de los centros para convertirlas en nuevas aulas por falta de espacio. Este es el caso del Joaquín Visiedo, en Viator, centro que en su construcción fue diseñado para albergar dos líneas, contando en la actualidad con cuatro líneas en algunos cursos. Esta situación la han tenido que resolver ubicando cuatro aulas prefabricadas en el patio de infantil, reduciendo este espacio a la mínima expresión. Además de dividir el gimnasio para poder hacer otro aula o destinar la sala de profesores para este mismo fin. Además, zonas comunes, como la biblioteca del centro, desaparecieron para poder ubicar una clase, llevando este espacio a una "sala de usos múltiples" donde conviven el material del aula de música con el que había antes en la biblioteca. Aunque pueda parecer que estas medidas sirven para liberar espacios y cumplir con el marco legal de las ratios, nos encontramos con que, a pesar de todo esto, en infantil existen aulas con 28 alumn@s en dos líneas y otras cuentan con 27. Todas ellas por encima de la actual normativa vigente, ya que no se ha dado ninguna situación de "excepcionalidad".

El problema es que tampoco es "excepcional" la situación de este centro, ya que son muchos los centros educativos que han comenzado el curso con una ratio por encima de la máxima permitida. Y digo "máxima" porque los datos de una "ratio media" no sirven para compensar el incumplimiento de la norma en las aulas afectadas con una ratio "anormal".

Una de las zonas más castigadas es Aguadulce, donde el CEIP Arco Iris tiene todas sus líneas por encima de la norma, llegando incluso a 28 alumn@s en algunos cursos. Si el máximo es 25 y, con carácter excepcional, se podría aumentar el 10%, esto supondría un incremento de 2,5, por lo que nunca se podría ir a más de 27 alumn@s por aula, ya que las soluciones salomónicas no tienen cabida en un mundo civilizado. También se encuentran centros en El Ejido con aulas de 28, como son el caso del CEIP Tierno Galván o del CEIP Diego Velázquez. En los IES de la zona, el panorama es igual de descorazonador ya que, sus ratios, superan también el máximo legal permitido.

Estas zonas no son hechos aislados ya que Carboneras, Tabernas o el Levante almeriense también presenta centros que incumplen la normativa vigente y, al igual que en estas zonas, se podrían citar un buen número de localidades del resto de la provincia.

Es evidente que no pasa nada, que donde caben 25, caben 26, 27 o 28. Que los docentes se quejan de vicio y que, por parte de la administración, esto nada tiene que ver con la economía presupuestaria que se destina a la Educación Pública. Se debería hacer primar el bienestar del alumnado y de la calidad educativa y no estar a merced de los intereses partidistas del momento.

Desde Docentes por la Publica queremos denunciar públicamente esta situación que ocurre sistemáticamente curso tras curso, por lo que sugerimos, a la Sra. Delegada de Educación, que, tal vez, deberían iniciar los trámites para que en el citado Decreto 9/2017 donde se habla de "escolarización extraordinaria", se incluya un apartado especial para "ratios ordinarias de Almería".