Se acaban los días de carteles, bolis, manzanas, agendas,
cuñas radiofónicas, llamamientos publicitarios,
abrazos y barbacoas.
Nosotros, sin mirra, ni incienso ni oro,
humildes candidaturas repletas
de ilusiones y llenas de activismo.
En salas colmadas de papelería sindical,
toca reflexionar,
deslindar el grano de la paja,
cultivar el delicado oficio de la memoria,
poner a cada uno en su sitio,
y nuestro voto en el lugar adecuado.
Nuestra pregunta:
¿Merecemos cuatro años mas?
Hemos cultivado la implicación,
al extremo de la desnudez,
trabajado la coherencia,
sin perder de vista la referencia
del aula.
Hemos huido
del suave abrazo del dinero,
que compra material fungible,
y escupe activismo efímero.
Pero compañero:
¿Merecemos cuatro años mas?
Enredados en el esfuerzo diario
por la estabilidad laboral,
la búsqueda de recursos en una espiral
diaria,
que no sabemos realmente
si el docente
será partidario.
Así que compañera:
¿Seguimos o bastó estos
cuatro años para dar por cerrada
este intento llamado
Docentes por la Pública?
¿Hay un lugar para el hombro con hombro,
para el tú y yo somos dos
y tú no estarás nunca solo?
Dímelo compañero, dímelo este martes,
Nosotros seguiremos caminando,
tras las estelas en el mar,
que dibujó Don Antonio hace ya
mas de cien años.
Nos vemos después de las elecciones,
con muchas ganas de comprometer
y comprometernos.
Docentes por la Pública.
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